#ConciliaciónFamiliar #COVID19

COVID19: Día 30 de Encierro.

¿Perdona, me he perdido el Capítulo de: “Los niños llevan 30 días sin ir al Colegio, quién se ocupa de ellos?

El 14 de Marzo el Gobierno decretó el Estado de Alarma en España debido a la Pandemia del COVID19. Desde entonces, los niños, los mayores y todas las personas cuyos trabajos no eran de primera necesidad, nos hemos quedado en casa, por fuerza mayor, por nuestra seguridad y por la seguridad de todas las personas. Para minimizar el riesgo de contagio, ayudar a los sanitarios en su lucha contra el virus y evitar el colapso de los hospitales españoles.

En estos 30 días de encierro he tenido mucho tiempo para pensar y estas son las conclusiones a las que he llegado y que ya no puedo callarme más tiempo.

  1. Los dirigentes de nuestro país y del mundo entero viven en una realidad paralela a la gente de a pie. No tienen ni idea de lo que pasa en las calles de sus ciudades y de sus pueblos. Viven en una burbuja y no se relacionan con los ciudadanos. Y tienen muchos asesores que les cuentan cosas sobre cómo vivimos, cómo pensamos y cómo funcionamos. Pero estos asesores tampoco viven en el mismo plano que la sociedad, así que, describen a una sociedad que desconocen por completo. Esto tiene una consecuencia directa en las medidas que se adoptan, supuestamente en aras de nuestro bienestar y de nuestra seguridad. Como los dirigentes del mundo viven en otro plano, y no hablan con nosotros, no saben cuáles son los problemas que tenemos los ciudadanos.
  1. Da igual el Partido Político al que pertenezcan estos dirigentes, todos son iguales. La verdad es que los políticos nos demuestran día a día, que todos son iguales y que todos tienen las mismas preocupaciones: Ellos mismos, mantener su status y discutir continuamente de cosas sin sentido sin ver cuáles son los temas importantes de verdad para la ciudadanía. Y cuando llegan al poder, se les nubla la vista y descubren que la teta está muy rica y que se vive muy bien de la teta. Y entonces se olvidan por completo de cómo han llegado hasta allí y todo lo que pensaban y todo por lo que luchaban queda en el olvido.
  2. Sigo sin comprender cómo los ciudadanos españoles permitimos a nuestros políticos tener sueldos vitalicios, pagas mensuales durante años, después de haber abandonado sus cargos y simultaneando estos ingresos con los percibidos por empresas privadas. Está claro que entrar en política es una inversión de futuro y un buen negocio, mucho más que estudiar y cursar Estudios Superiores.
  3. La Iglesia ni se toca. Sea cual sea el partido político que gobierna el país, lo que queda claro es que la Iglesia ni se toca. La financiación y la fiscalidad de la Iglesia, son temas intocables en este país aconfesional. ¿Por qué no pagan el IBI como todo hijo de vecino? ¿Por qué existe la asignatura de religión dentro de la educación pública?
  4. El dinero, poderoso caballero. El dinero te abre las puertas de todo y si no tienes dinero en una sociedad capitalista, te quedas fuera. No puedes ir contra corriente. Cuánto más dinero tienes, más dinero haces y cuanto menos dinero tienes menos posibilidad de entrar en el ruedo tienes.
  5. El lugar donde naces marca tu vida para siempre. La desigualdad, la falta de oportunidades y la pobreza, por desgracia vienen ya innatas en el momento en el que nacemos. Dependiendo del lugar del mundo donde nazcas, tu vida va a ser más fácil o más difícil.
  6. Un mundo de hombres. Para mi es una obviedad que el mundo lo dirigen los hombres y que estos mismos hombres que dirigen el mundo son los que escriben las leyes y las normas de las diferentes sociedades. Desde luego no las escriben mujeres y menos aún mujeres trabajadoras con hijos y sin cuidadores para sus hijos.

Y el tema principal al que nos lleva todo lo anterior:

  1. La Conciliación Familiar. Perdonad antes de empezar a escribir, voy a descojonarme un rato sobre este término. Se nota que las mujeres trabajadoras con niños a su cargo y sin cuidadores, no escriben las leyes porque si no después de 30 días de encierro, ya hubieran sacado alguna medida para solucionar un problema tan evidente como el de quién se hace cargo de los niños que no pueden ir al colegio y que tienen que continuar el curso desde casa, mediante “telestudios”. Para el que aún no se lo ha planteado, los niños llevan 30 días en casa sin salir a la calle. Están en casa todo el día y necesitan una dedicación plena. Y cuando digo plena es una dedicación de 24horas al día. Te levantas con ellos, les preparas el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena. Y entretanto haces de profesor, les ayudas a estudiar todas las materias, haces todos los deberes junto a ellos, juegas, pintas, lees, haces deporte, ves una película, haces manualidades, recetas,…., vamos haces todo lo que se te ocurre y lo que no se te ocurre también. Tu día entero desde que te levantas hasta que te acuestas exhausta, gira entorno a ellos y a la casa, a su limpieza y a su mantenimiento. Esto ya sucedía antes del encierro pero ahora con la crisis del COVID19, y todos encerrados en casa, este problema se ha acentuado, dado que los niños no van al colegio y necesitan de un adulto continuamente a su lado y además, la casa no se limpia sola. Normalmente en las familias estas tareas recaen sobre las mujeres, o en la persona cuyo trabajo es más flexible, o sea, los autónomos. Si eres mujer y autónoma, te han tocado todas las papeletas en el sorteo de la conciliación. Así que, concluir que, el teletrabajo es muy bonito y está muy bien, a mí personalmente me encanta y siempre he pensado que es el futuro para muchos trabajos, porque ahorras tiempo y dinero y que se basa en la confianza entre las personas cosa que me parce vital en cualquier aspecto de las relaciones personales y profesionales. Pero aquí se trata de un tema bien distinto. ¿Quién puede hacer teletrabajo con niños en casa? ¿Quién se ocupa de los niños si tengo que trabajar o teletrabajar? Los abuelos son población de riesgo ante el COVID19, las familias necesitamos trabajar las 2 personas para pagar la hipoteca, los recibos, las actividades y la comida mensual. Así es que, ¿Algún dirigente es consciente del esfuerzo que estamos realizando las familias? ¿Algún dirigente se ha parado a pensar en quién se está ocupando de los niños y quién les ayuda junto a sus profesores en la distancia para que no pierdan el curso escolar y no pierdan su derecho a la escolarización? ¿Algún dirigente se ha parado a pensar en la cantidad de personas que hemos tenido que dejar nuestros trabajos para ocuparnos de nuestros hijos? ¿Algún dirigente piensa ayudarnos con alguna medida a todas estas personas que aunque superamos los mínimos de ingresos anuales, no podemos trabajar porque tenemos un cometido más importante que es el de cuidar de nuestros hijos? ¿Algún dirigente ha pensado que esta situación se puede prolongar en muchos meses, hasta que se pueda garantizar una seguridad para las personas, y que los padres no pensamos poner en riesgo a nuestros hijos y no les vamos a dejar salir hasta que veamos esta seguridad garantizada? ¿Algún dirigente ha pensado en cómo vamos a vivir estas familias, en las que entraban 2 sueldos y que superamos los mínimos de ingresos anuales, pero que en muchos meses sólo va a entrar un sueldo a casa? ¿Algún dirigente ha pensado si vamos a poder seguir pagando nuestras hipotecas y nuestros recibos en una situación así y cuánto tiempo vamos a poder seguir manteniendo esta situación? ¿Algún dirigente ha pensado que cuando todo esto acabe y podamos llevar de nuevo a nuestros hijos al colegio, tendremos que empezar de cero, con el negocio cerrado durante muchos meses y sin ningún tipo de ayuda?

Mi Conclusión Personal.

Sintiéndolo mucho, no somos superhéroes. No tenemos súper poderes para multiplicar el tiempo, ni para multiplicarnos a nosotros mismos, ni para ocuparnos de todo a la vez. Poco podemos esperar de los políticos. Esta situación de máxima gravedad ha puesto en valor que los ciudadanos españoles somos personas luchadoras, positivas, responsables, que acatamos sin rechistar todas las medidas que nos dictan. Que pese a ser una sociedad que necesitamos el sol y la calle en nuestro día a día tanto como el aire que respiramos, llevamos 30 días encerrados porque sabemos que es la única manera de ayudarnos los unos a los otros y para que todo salga bien, por nuestros hijos, por nuestros mayores, por nuestras familias, por nuestros amigos, por nuestros vecinos, por todos. Y se ha demostrado que somos personas súper solidarias, súper imaginativas y con gran capacidad de adaptación a las nuevas necesidades. Y que cuando soplan tiempos difíciles, hacemos piña y nos unimos ayudándonos los unos a los otros para salir adelante.

Muchos como yo hemos perdido nuestros trabajos y vamos a tener que empezar de cero cuando todo esto acabe. Pero aunque todo será diferente, no quiere decir que tenga que ser peor. Juntos nos reinventaremos y nos apoyaremos los unos a los otros para que no se quede nadie en el camino.

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