#sustentARQ #LaFábricadeSueños
A tod@s los compañer@s del sector de la construcción, arquitect@s, aparejador@s, diseñador@s de interiores, constructor@s, promotor@s, mutuas,.. que están planteando ahora temas como, cuál sería la vivienda perfecta después de haber vivido una situación de encierro como la actual debido a la pandemia de COVID19.
Creo que nuestro deber como profesionales es y ha sido siempre ofrecer a nuestros clientes los mejores tipos de viviendas posibles, en cualquiera de sus modalidades. Con el máximo de confort, con el máximo de diseño, con el máximo de condiciones de ventilación e iluminación natural garantizadas, con el máximo de relación con el exterior, con el máximo de eficiencia energética, con el máximo grado de calidad garantizada de sus materiales y con el máximo de control de los procesos de ejecución.
El problema es construir queriendo obtener el máximo beneficio posible económico profesional y no el máximo beneficio de confort, calidad y diseño para el cliente. Y así hemos llegado a la actual situación.
Hemos tenido mucha suerte de vivir esta pandemia, en esta época tan cálida del año, que no hace ni frío ni calor. Porque de haberla vivido durante el invierno o ahora que vamos directos al verano tan caluroso de España, estaríamos viviendo un drama añadido de las familias, por las deficiencias tan grandes que tienen la inmensa mayoría de nuestras viviendas.
A los colegas del sector, viviendas de 30-40-50-60 m2, con habitaciones como latas de sardinas, con escasa ventilación e iluminación natural, sin espacios exteriores, y muchas veces con las aperturas principales hacia los patios interiores de los edificios, sin ningún tipo de control, ni regulación de las condiciones energéticas dentro de la vivienda, con calidad de los materiales y procesos de ejecución muy deficientes. No son, ni han sido, ni serán aptas para la vida de las personas nunca en la vida, con pandemia o sin ella.
